Una de las preguntas que más veces me han planteado es: ¿cuántos hijos voy a tener? La quiromancia no puede asegurar el número de descendientes que va a tener una persona. Popularmente se cree que los hijos se ven en las líneas que nacen sobre el canto de la mano y se internan en el Monte de Mercurio. Sin embargo, esta localización corresponde a las Líneas del Matrimonio o de la Pareja, que conoceremos en el siguiente apartado. Estas líneas deben ser examinadas con mucha cautela y, si es preciso, utilizando una lupa, ya que en ocasiones pueden confundirse con las que se forman en la articulación del dedo; sólo las más marcadas serán Líneas de los Hijos. Por  otra  parte, su  significado es mucho más amplio y complejo que el de tener descendencia. Hablamos de posibilidad ya que hoy en día una persona puede decidir la cantidad de hijos que desea tener, gracias a los métodos que existen tanto para evitar la concepción como para favorecerla. Así, es verdaderamente difícil que se haga realidad lo que uno  tiene marcado de nacimiento en las manos, es decir, que el número de líneas que aparecen grabadas en esta zona se corresponda con  el número de hijos que se tienen. Además, es frecuente observar estas líneas en personas que trabajan con niños, por ejemplo, educadores, psicólogos infantiles y pediatras. En estos casos suelen marcarse numerosas líneas, incluso en aquellas personas que no han ningún hijo.28 Líneas de los Hijos También es posible que aparezcan marcados los hijos adoptivos. Recuerda que la mano se forma por impulsos nerviosos, lo que hace que queden reflejados en ella los niños que asumimos como descendencia propia, aunque éstos sean adoptados, alumnos, etc. A pesar de todo lo dicho, puede intentarse una lectura de las posibilidades, una aproximación a la capacidad real de ser padres. En la interpretación de las Líneas de los Hijos la mano derecha es más fiable que la mano izquierda. En la izquierda estas líneas  nos indican la posibilidad, los hijos que puede tener una persona; en la derecha manifiestan el deseo, los hijos que piensa tener.Estas líneas suelen variar mucho con el paso del tiempo, ya que inicialmente se puede pensar en tener, por ejemplo, una docena de hijos y con los años cambiar de idea y optar por tener sólo dos o quizás ninguno.