Les adjunto la entrevista que me ha publicado la revista Psychologies en este mes de julio. La entrevista la eraliza Adriane Basaguren. Espero les interese

Las manos hablan de mí

El quiromago Francisco Rodríguez (quiromago.word- press.com) es de origen mexicano, pero lleva más de 30 años en España dedicándose a la lectura de manos. En su preciosa casa del barrio de Sarrià de Barcelona, no faltan las lupas, las antigüedades y los utensilios para leer las manos. Francisco me da la bienvenida y me hace pasar a su despacho donde realiza sus consultas. Desde el principio me avisa de que “hay muchos farsantes que no tienen ni idea de leer las manos”, y recuerda que usa la quiromancia “como terapia, y no como arte adivinato- rio ni para comprar oídos”. Los problemas económicos, afectivos y de salud son los tres grandes temas para sus pacientes, y opina con gesto serio que “el 90% de la gente no es feliz, no se dedica a lo que debería”. Y es que a la crisis se suman profesiones no aceptadas so- cialmente (antropología, pintura,etc.), decisiones mal tomadas o potenciales sin descubrir, entre otras cosas.

Los lunares, signo de buena suerte

“No solemos hacerle caso a nuestro mapa dérmico y mucha gente vive desconectada de sí misma. Surge el eterno dilema sobre la dualidad entre cuerpo y alma” avisa tras señalar que “tenemos tres o cuatro opciones vitales acertadas, pero depende de cómo elijamos”. Así, “el futuro se hace”, pero la felicidad varía dependiendo de cómo adaptemos nuestras cualidades a nuestra exis- tencia. Por ejemplo, los arquitectos y músicos tienen unas capacidades similares. Muestro a Francisco mis dos manos unidas con las palmas hacia arriba. “Tienes un lunar en la palma, en Neptuno. Es signo de buena suerte”, me informa a través de sus gafas de leer y con el flexo apuntando a mis manos. “Todo lo que has hecho te ha costado mucho esfuerzo, aunque tienes necesidad

de dar un paso firme en tu vida, afianzarte, concretizar”, me comenta después de hacerme sólo dos preguntas: mi edad (30) y si soy diestra o zurda.

La palma izquierda apunta a la intuición

“Desde muy pequeña has sido siempre libre y muy inde- pendiente. Vital, trabajadora, tozuda, sensible e intuitiva”, señala. Me recomienda que me deshaga de los fantas- mas afectivos del pasado y me avisa de que mi excesiva energía me puede jugar malas pasadas si no la libero. Según él, debería “hacer mucho ejercicio, como un at- leta”. Como si leyera natural y rápidamente las líneas de un libro, destaca que mi mano izquierda (la de la intui- ción, la espiritualidad) “me está pidiendo un cambio” para que realice algo más audaz que llevo dentro. “Eres una persona noble y abierta y, en ocasiones, te sientes fuera de sitio”, dice, por lo que tendré que ahondar en mostrar la parte de mi personalidad “más auténtica”. “Puedes dar mucho más de ti”, añade. “Y no descartes adoptar un bebé.” Salgo de la consulta de Francisco con la sensación de que nada choca con el conocimiento de mí misma, sino todo lo contrario. Para más inri, me co- menta que las líneas de la mano van cambiando, pero nunca envejecen. Si perdiera una mano, en el muñón vol- verían a d¡bujarse incluso las líneas principales.

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